Gaza / Redacción.-
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha desestimado un alto al fuego en la guerra contra Hamás, que ya supera el mes, a pesar de los clamores internacionales por una tregua humanitaria en Gaza. El saldo mortal continúa aumentando con más de 10,000 muertos, según fuentes palestinas. La intensidad del conflicto no disminuye, con nuevos bombardeos israelíes que han resultado en más de 100 fallecidos en una noche, y la ofensiva terrestre que divide a Gaza.
Netanyahu, firme en su postura, comunicó en ABC News que no habrá cese de hostilidades sin la liberación de los rehenes israelíes. Al mismo tiempo, la Casa Blanca sugiere “pausas tácticas”, un concepto rechazado por el primer ministro, quien promete una campaña incesante contra Hamás, tildada de “terrorista” por Estados Unidos y la Unión Europea.
Mientras tanto, la comunidad internacional, liderada por la ONU, urge a un alto el fuego, subrayando la gravedad de la crisis humanitaria que asola Gaza. El secretario general de la ONU, António Guterres, destacó la desoladora realidad de Gaza, catalogándola como un “cementerio para niños” y una “crisis de la humanidad”.
El ministerio de Sanidad de Hamás reporta más de 10 mil muertos, incluyendo una alarmante cifra de niños. La angustia se extiende por todo el enclave, con testimonios desgarradores de civiles y trabajadores humanitarios.
En este contexto, Israel se prepara para asumir “la responsabilidad general de la seguridad” en Gaza por un tiempo indefinido post-conflicto, revirtiendo su retirada de 2005. La violencia también se ha esparcido a la frontera con Líbano y Cisjordania, con muertes adicionales y creciente inestabilidad.
El ejército israelí, entre tanto, afronta sus propias pérdidas y el temor entre sus filas, aunque mantienen su determinación en lo que se ha convertido en una de las campañas militares más intensas de la región en años recientes.
Agencias / Vox Populi Noticias