Las familias de Reynosa llegaron al amanecer a los cementerios municipales y privados para limpiar, decorar con flores y ofrecer alimentos a los niños difuntos, como la familia Flores que visitó a la adorable Nohemí. Nohemí falleció hace cinco años a la edad de un mes debido a problemas de salud, convirtiéndose en un angelito que la familia visita en su última despedida hasta la fecha.
La señora Nohemí López, acompañada por su madre y su hijo de 14 años, se dedicaron a renovar la tumba de Nohemí. Juntos lijaron las rejas donde antes se encontraba una casa de madera que representaba el hogar de la niña.
“No soy partidaria de colocar flores de cempasúchil, porque yo vengo muy seguido, le ponemos artículos de manualidades como flores que las hace mi mamá, su abuelita, así también le amarro unos globos porque a ella le apode globito”.
Los familiares construyeron una casa coqueta para Nohemí, pero la retiraron para reubicarla en un espacio más limpio. Luego, realizaron nuevos arreglos durante una fecha especial en la que visitan a sus seres queridos.
Al igual que la familia López, se espera la llegada de más ciudadanos que despidan a niños difuntos, especialmente el 2 de noviembre, cuando se despiden los adultos en estas celebraciones de los fieles difuntos.
Por Yenni García Escobar