México / Redacción. –
Un estudio realizado por más de 30 instituciones nacionales e internacionales, incluyendo el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) de Ecuador, ha revelado que el 40.7 por ciento de las especies de anfibios del planeta están en riesgo de extinción. Esta alarmante cifra se desprende de la segunda Evaluación Global de Anfibios, en la que se evaluaron 8,011 especies según las categorías de Lista Roja propuestas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Comparando con décadas anteriores (37.9 por ciento en 1980 y 39.4 por ciento en 2004), este estudio dirigido por 123 investigadores concluye que la extinción de estos vertebrados es una emergencia ecológica progresiva. Los principales detonantes de esta crisis son las enfermedades y la pérdida de hábitat, responsables del 91 por ciento del deterioro del estado de conservación de los anfibios entre 1980 y 2004.
Preocupantemente, las proyecciones de cambio climático se perfilan como un factor determinante en la disminución de estas especies, impulsando el 39 por ciento del deterioro en su estado de conservación desde 2004, seguido de cerca por la pérdida de hábitat con un 37%.
Las zonas más afectadas por la amenaza de extinción de los anfibios incluyen las Islas del Caribe, Mesoamérica, los Andes tropicales, las montañas y bosques del oeste de Camerún y el este de Nigeria, Madagascar, los Ghats occidentales y Sri Lanka. Además, el bioma del Bosque Atlántico del sur de Brasil, las Montañas del Arco Oriental de Tanzania, el centro y sur de China, y las montañas Annamitas del sur de Vietnam también enfrentan riesgos significativos.
El estudio también destaca el triste hecho de que las extinciones de anfibios continúan aumentando, con cuatro especies adicionales desaparecidas en 2022. Entre las más recientes se encuentran el Atelopus chiriquiensis y el Taudactylus acutirostris, que sufrieron drásticas disminuciones relacionadas con la quitridiomicosis en la década de 1990. Además, el Craugastor myllomyllon y el Pseudoeurycea exspectata fueron vistos por última vez en la década de 1970 y se presume que se extinguieron debido a la expansión agrícola.
Los efectos de la crisis climática se manifiestan como el factor principal para el deterioro del estado de los anfibios durante el período de 2004 a 2022, afectando a 119 especies (un 39 por ciento) en comparación con solo seis especies (un 1 por ciento) durante el período de 1980 a 2004.
Este estudio también advierte sobre la vulnerabilidad de los anfibios endémicos de los Tepuyes venezolanos al cambio de hábitat previsto por el cambio climático, ya que la migración vertical y la dispersión se vuelven imposibles. Además, la disminución de las precipitaciones en los Trópicos Húmedos de la selva atlántica de Australia y Brasil podría reducir el éxito reproductivo de las ranas en desarrollo directo debido a su dependencia de altos niveles de humedad del suelo y la hojarasca para evitar la desecación de los huevos. Por último, el cambio climático aumentará la frecuencia, duración y gravedad de las sequías y los incendios en el este de Australia y el oeste de los Estados Unidos, agravando las amenazas existentes de enfermedades y pérdida de hábitat.
Agencia / Vox Populi Noticias.