Este 5 de mayo, mientras México recordaba la gesta heroica de la Batalla de Puebla, un grupo de jóvenes dio un paso al frente en nombre del deber. En el Campo Militar de Tancol, los soldados del Servicio Militar Nacional en Tampico, clase 2006, cumplieron uno de los momentos más simbólicos de su adiestramiento: juraron bandera con orgullo y convicción.
La ceremonia fue parte de un evento nacional encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, y en Tampico no fue la excepción. Ahí, la alcaldesa Mónica Villarreal Anaya compartió presidium con figuras clave del ámbito militar y civil.
Estuvieron presentes el segundo comandante del 15° Batallón de Infantería, teniente coronel Vicente Velázquez Torres, el mayor de Infantería Julián Reyes Acosta, el arquitecto Enrique Estrada Guerrero, responsable de la Junta Municipal de Reclutamiento, y el teniente piloto aviador Carlos Ariel Márquez Pérez, representante de la Estación Aérea Militar número 4.
Antes del juramento del Servicio Militar Nacional en Tampico, el teniente coronel Velázquez Torres recordó con firmeza la valentía del ejército nacional durante la batalla del 5 de mayo de 1862, cuando México se defendió con honor del ejército francés.
Durante el acto, el soldado Rafael Rivera Cabañas tomó el micrófono y, con voz clara, habló en representación de sus compañeros. El juramento de bandera significa un compromiso con las fuerzas armadas, con la defensa del país y además poner en alto el Estado y a sus familias.
En total, 254 jóvenes conscriptos de la clase 2006 refrendaron su compromiso ante el lábaro patrio. Cada uno con su propia historia, pero todos con la misma promesa: servir con lealtad, disciplina y amor por México.
Por Rufino Aguilera